Aquí te enseñaremos los más comunes con sus principales características.
Créditos hipotecarios tradicionales
Son los más comunes y ofrecidos por la mayoría de los bancos y entidades financieras. Se caracterizan por tener una tasa de interés fija o variable y un plazo de amortización que puede oscilar entre 10 y 30 años.
Un ejemplo podría ser una persona que desea comprar una casa tiene un ingreso estable y una buena capacidad de pago, por lo que la entidad financiera le aprueba un crédito por el 80% del valor de la propiedad a una tasa fija del 7% anual a 20 años.
Créditos hipotecarios con subsidio
Este tipo de crédito está diseñado para aquellas personas con ingresos bajos o medios que buscan adquirir una vivienda propia. El gobierno otorga un subsidio que puede ser utilizado para pagar una parte del crédito, reduce el monto de las cuotas mensuales.
Un solicitante con bajos ingresos que aspira a comprar una vivienda y cumple con los requisitos para obtener un subsidio gubernamental para adquirirla. Además, el subsidio cubre parte del valor de la propiedad, reduce el monto del crédito y el pago mensual.
Créditos hipotecarios para construcción
Se utilizan para financiar la construcción de una vivienda en un terreno propio o de un familiar cercano. Estos créditos suelen tener una tasa de interés más alta que los créditos tradicionales y se desembolsan en varias etapas a medida que avanza la construcción.
Una de las principales diferencias de esta opción es que la entidad realiza un seguimiento de la obra para asegurarse de que se esté construyendo de acuerdo con los términos del contrato.
Créditos hipotecarios con tasa de interés variable
Este tipo de crédito tiene una tasa de interés que puede variar en función de las condiciones del mercado financiero. Esto puede generar cuotas mensuales más bajas, pero también un mayor riesgo de impago.
En este caso se le ofrece una tasa inicial del 5% anual, que se ajustará trimestralmente según las condiciones del mercado. Esto significa que el pago mensual puede variar en función de la tasa de interés.
Cada uno de estos tipos de créditos hipotecarios tiene sus propias características y ventajas, por lo que es importante evaluar cuidadosamente cada opción y elegir la que mejor se adapte a las necesidades y posibilidades que se tiene para decidir correctamente.